Nueva Zelanda: Isla sur
Kia ora! Como dicen por aquí… ¡Hola!
No hace falta hacer 2.200 km para decir que te gusta, pero los hicimos. Y así es como vimos focas, pingüinos, albatros, elefantes marinos, wekas, kakapos, alpacas, vacas, pero sobretodo ovejas… hay 40 millones de ovejas y solo 4 millones de habitantes en todo el país.
Nos dimos una vuelta por la costa este, desde Christchurch a Dunedin, para girar al interior, Wanaka, y subir por la costa oeste, de Franz Josef Glacier hacia Greymouth, y acabar en el norte, en Takaka. Viendo desde acantilados espectaculares con playas desiertas hasta bosques humedos (“rainforest”), lagos y glaciares.
Lo mas recomendable para Joseba fue ir a ver los pingüinos y los elefantes marinos con ELM Wildlife Tours en la península de Otago, y para Cristina hacer una ruta en kayak (contra viento y marea) para ver las focas y las playas del parque nacional Abel Tasman.
En todo este camino, hay sitios que se nos hacían familiares… ¡Mira! Eso parece el Bidasoa, pero mas ancho… ¡Uy! Este camino es como ir de Zarautz a Getaria por la costa, pero mas largo… ¡Ep! Aquel monte parece el Jaizkibel, pero mas alto… En resumen, que la isla sur de Nueva Zelanda parece Euskal Herria… pero mas ancho, largo, alto… y naturalmente salvaje, menos poblado, más espectacular, sorprendente y aunque no se come mal, ya sabemos donde esta la buena cocina . Pero si en algo son muy iguales es en el tiempo… ¡En verano aquí llueve tanto como allí!
Ya hemos pasado con el ferry a la isla norte y veremos que diferencias hay, pero sin duda alguna Nueva Zelanda es un destino muy recomendable y que merece la pena hacer el esfuerzo de las horas de avión.
Todo esta muy bien montado para ir con una caravana o dormir en albergues, se pueden hacer mil excursiones o experimentar diferentes deportes, puedes bañarte en una playa solitaria o subir a un glaciar, no es nada cara con el cambio del euro a dólar neozelandés, prácticamente nunca te sientes agobiado por el turismo si no quieres… En fin, ven y cuéntalo a lo grande.