Bélgica
Este verano no habíamos organizado nada, aparte de visitar a la familia teníamos la idea de tomar unos días y después de mirar en internet, se nos ocurrió hacer un viaje a Bélgica. Cogiendo un avión a Bruselas y allí un hotel, hay opción de moverse en tren.
El centro de Bruselas lo vimos de arriba a abajo y también anduvimos en algunos barrios más desfavorecidos, teniendo días soleados hicimos como los locales estando en muchas terrazas. Cada dos años hacen una alfombra de flores (“Tapis de Fleurs”) en la plaza mayor del centro de la ciudad y este fue uno de esos años. Debido a esto, en algunos días de fiesta se acerco bastante gente a Bruselas.
Visitamos Brujas, aunque el centro del pueblo sea parecido a un “parque temático”, es bonito pasearse por sus calles con puros turistas. En otra ocasión estuvimos en Gante, este más moderno y con un estilo de vida mas norte-europeo. Finalmente fuimos a Amberes, siendo la segunda ciudad de Bélgica, es bastante grande y mezclado de locales y muchos turistas.
Estuvimos en muchas iglesias, plazas, mercados y también museos: la catedral de Gante y el altar de Jan Van Eyck, el museo MuHKA de arte moderno de Amberes o el de Historia Natural de Bruselas, por ejemplo.
Bélgica es el pueblo de la cerveza, en sus abadías los monjes la producen de forma tradicional y deben haber mas de 1000 marcas de cerveza diferentes. Mirando hacia atrás, da la sensación de que es un país medio francés medio holandés…. tiene algunas cosas del norte de Europa y otras del sud.