¿Y tu alternador, que tal?
No teníamos muy buen recuerdo de Rockhampton… habíamos dormido allí la noche de Navidad pero aparte de que toda la ciudad parecía abandonada, el albergue de mochileros (“backpackers”) estaba que daba pena. El llamado The Ascot Hotel parece que tuvo años mejores y ahora mismo necesitaba una urgente reforma.
La ciudad en si puede que estuviera bien, las figuras de las vacas que se ven por las calles sugieren que los días de rodeo o cuando se hace el mercado de ganado puede haber mucho ambiente. Por esto Rocky se auto proclama la “capital de la carne de Australia”.
Pero al regreso de nuestro viaje a Nueva Zelanda y como queda a medio camino entre Brisbane y Townsville, a unos 700 km de cada ciudad, buscamos un motel donde descansar.
300 km antes de llegar la luz de la batería del panel parpadeo y finalmente se quedo encendida. Sospechoso. Logramos llegar al motel y después de para el motor, le costo volver a arrancar.
A la mañana siguiente visitamos un par de talleres y nos dijeron que había que cambiar el alternador. En un taller no podía hacerlo ese día, pero en el segundo, un experto y perfeccionista mecánico dedico su mañana a que pudiéramos continuar nuestra ruta.
El miedo a quedarnos atrapados en Rocky despareció y pudimos regresar a Townsville al atardecer.
¿Quien sabe si tendremos que dar una tercera oportunidad a esta ciudad? Creo que de momento, no.